La Fundación Casa de Refugio Matilde (FCRM) fue elegida en este año como parte de un proceso de postulación ante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la iniciativa Spotlight, para realizar la Consultoría para la territorialización del Modelo de Gestión del Sistema Nacional Integral de Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (SNIPEVCM).
Como parte de esa consultoría, un equipo de la Casa Matilde realizó un mapeo de actores del SNIPEVCM y facilitó talleres en los cantones Azogues, Chone, Cuenca y Morona con el objetivo de sensibilizar a los actores estratégicos de esas poblaciones sobre la problemática de la violencia de género y construir con ellos un Modelo de gestión y un Plan de implementación de éste, adaptados a su propia realidad local.
Los talleres se desarrollaron entre el 6 y el 30 de septiembre de este año, con un total de 142 participantes, incluyendo autoridades de los gobiernos autónomos descentralizados y de la Secretaría de Derechos Humanos, funcionarios de servicios de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia de género a nivel cantonal y actores de la sociedad civil que desarrollan actividades relacionadas con la prevención y erradicación de la violencia contra mujeres, jóvenes y niñas.
Entre algunas de las conclusiones y recomendaciones se estableció que las rutas críticas de víctimas y sobrevivientes en su búsqueda de atención y justicia eran confusas y revictizantes y por esta razón las mujeres solían acudir a organizaciones de mujeres para encontrar ayuda.
También, aunque se reconoce que se cuenta con pocas evidencias, el equipo consideró que “las transformaciones institucionales que ha tenido el SNIPEVCM no se han traducido en rutas de atención más claras y menos revictimizantes, sino que han presentado nuevos desafíos y obstáculos para las víctimas, las sobrevivientes y las organizaciones que acompañan sus rutas críticas. El Estado sigue siendo una entidad en la que, por muchas razones, las víctimas y sobrevivientes desconfían”.
En ese sentido, el trabajo reveló que “las organizaciones sociales que brindan servicios de acompañamiento y apoyo a las mujeres desempeñan un rol esencial para contrarrestar los factores inhibidores de las rutas críticas y garantizar que víctimas y sobrevivientes puedan ejercer sus derechos cuando han vivido violencia”, según se expilca en el informe final.
Y por esa razón consideran que “una reorganización efectiva del SNIPEVCM debe garantizar que estas organizaciones puedan desarrollar su trabajo en mejores condiciones, proveyéndoles de mayores recursos y ampliando su rango de acción a lo largo de las rutas”.
También, se destaca que la reparación ante la violencia “no apareció como tema de reflexión ni en el mapeo ni en los talleres, lo cual fue un reflejo de que en los cantones no se estaba trabajando sobre esto”.
Otra de las recomendaciones del documento final fue la necesidad de que “la sociedad civil fortalezca su accionar en la veeduría y control social del SNIPEVCM”.
El equipo consultor de la Fundación Casa Matilde estuvo conformado por Rosario Gómez, Rocío Bolaños, Nancy Carrión Sarzosa, Juan Fernando Ortega, Tatiana Zambrano, Juan Fernando Ortega, Carmen Barreto y María Belén Pacheco.
(La conformación del Sistema Nacional Integral de Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (SNIPEVCM) está dispuesto en el artículo 13 de la actual Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres)